Todos hemos escuchado sobre la friendzone, muchos le temen, pero pocos saben la verdad. Los que odian a los hombres afirman que es sexista contra las mujeres, que las objetifica y le confiere a los hombres cierto derecho sobre sus cuerpos. Los ardidos afirman que es sexista contra los hombres, que es una forma de rechazar a los que no tienen buen cuerpo sin rechazar las ventajas de tenerlos cerca. La gente en el medio por una u otra razón trata de negar que existe como una forma de reconfortarse ante las visiones polarizadas que le rodean.
Pero la verdad es distinta, la friendzone es real, muy real, a cualquiera le puede pasar, no es justa, pero tampoco injusta, y si te toca es inevitable pero se puede salir, para bien o para mal. El problema es que la gente piensa que la friendzone implica necesariamente algo malo, que culpa a alguien de el rechazo, pero eso es mentira. La friendzone es algo bien simple, es encontrarte en la situación de amor no correspondido donde terminan como amigos, y en realidad eso es algo bueno, porque si la amistad no se pierde se conserva algo valioso, y tal vez incluso la oportunidad de salir, aunque no hay que desesperarse por ello.
El problema es que las personas cada vez están mas llenas de odio y la interacción se halla truncada, por lo que se forman mutaciones enfermas de la friendzone que no son sino una falsa friendzone porque la amistad se encuentra inestable y erosionada. Esta falta de afecto y confianza, combinada con el creciente extremismo y por ende sexismo (En especial contra los hombres), la ha conferido a la friendzone una connotación negativa.
La verdadera friendzone sin embargo puede decirse que es como la lluvia, no tienes control sobre ella, nadie lo tiene entre los partidos involucrados, y de todas las formas de rechazo es probable que sea la menos negativa.
Por ello, si se llegan a encontrar en la friendzone, en la verdadera, no se sientan mal, lograron salvar algo valioso a pesar de el rechazo, lograron conservar la amistad y contacto con alguien que les importa, y quien sabe, tal vez puedan salir de ahí para bien. Pero teman a perder la amistad, teman a la falsa friendzone, teman al rechazo con desprecion, teman a la interacción y la amistad truncas de la postmodernidad, pues eso es verdaderamente terrible.